ACTIVIDAD 5
Biblioteca de aula y animación a la lectura
Podemos considerar la biblioteca
de aula uno de los lugares más importantes de la clase, ya que es un recurso
didáctico con el cual los niños se inician en la lectura autónoma y desarrollan
el gusto de leer, o al menos ese debe ser nuestro propósito. Es un espacio
donde los alumnos descubren, investigan y se divierten entregándose al mundo de
la imaginación.
En esta actividad vamos a
convertir la biblioteca de aula de una de las clases de 4 años del Colegio
Monte Tabor (Pozuelo de Alarcón), en un contexto de animación a la lectura.
Situación
del aula
El aula ante la que nos encontramos es muy
amplia y abierta, lo cual nos ofrece un montón de posibilidades. Los espacios
no están divididos de forma brusca con muebles altos o barreras de ningún tipo,
sino que se diferencian por elementos característicos, como alfombras. La distribución
del aula es la siguiente:
Como podemos observar no hay un
rincón de lectura propiamente dicho, sino que en la zona de juegos hay una gran
caja con un montón de libros que los niños cogen cuando toca cuentos. Esta
caja, además, está colocada debajo del resto de cajas de construcciones, etc.,
lo cual dificulta su acceso.
Esta no es la situación ideal
para fomentar la lectura en nuestros alumnos, ya que no hay un rincón
específico para ello que atraiga a los niños a leer, y no está nada accesible
ni al alcance de ellos, sólo pueden acceder a la caja de los libros cuando
toca.
Por tanto, el propósito de esta
actividad es modificar esta situación y crear un rincón de lectura o biblioteca
que atraiga a los niños y propicie su interés por la literatura.
Nuevo diseño
Lo primero que debemos hacer es
crear un espacio en el aula propio para la lectura. Dada la amplitud del aula,
esto no debería ser un problema. A mí se me ha ocurrido, conociendo el aula,
que el lugar ideal para situarla, sin tener que modificar el resto de la
distribución, es al lado de la zona de juego, haciendo ésta un poco más
pequeña. La distribución con la nueva biblioteca sería la siguiente:
Una vez situada en el aula, y
antes de esbozar el diseño estético de la biblioteca, he formulado una serie de
cualidades de lo que quiero que este espacio sea para los niños:
- Accesible
- Atractivo
- Divertido
- Motivador
- Ambientado (a ser posible)
- Organizado
- Cómodo
- Un lugar de autonomía
- Lugar de tranquilidad, de reflexión
- Un lugar de disfrute, no de aburrimiento
He querido ambientar la
biblioteca del aula en un castillo, para darle un toque fantástico, atrayente y
divertido. La idea es que los niños se sientan “los reyes de la lectura” y
piensen en los libros como el tesoro más valioso de su castillo. En vez de
llamarlo simplemente el rincón de la lectura, pasaría a llamarse “El Castillo
de la Lectura”.
Así imagino mi Castillo de la
Lectura:
Puede parecer complicado de
llevar a cabo pero creo que puede hacerse. Seguramente requiera mucho esfuerzo,
pero merecerá la pena si consigue acercar a nuestros pequeños lectores al
maravilloso mundo de la literatura.
De forma barata y sencilla, se
podría construir la estructura del castillo con cartón. Lo malo es que no sería
muy resistente. Lo ideal sería poder hacerlo de madera o contrachapado. La idea es que lo principal del castillo sea la estantería, que ocupa toda la parte central, con todos los libros del aula. Cerca del castillo colocaríamos un taburete para que los niños puedan valerse de él para alcanzar los libros más altos y así fomentar su autonomía. La parte de los torreones, sería el espacio de lectura. Todo el suelo del castillo sería colchoneta para hacerlo más cómodo, pero especialmente las zonas de las torres estarían cubiertas con cojines para que los niños se puedan sentar más cómodamente a leer.
Contenido, fondo y organización de la biblioteca
El contenido de la biblioteca
puede ser muy diverso y variado, pero lo primero en lo que hay que centrarse
antes de comprar cualquier material es los destinatarios: quiénes son, cómo son
y en qué momento psicoevolutivo se encuentran.
Un niño de cuatro años entiende
los significados inmediatos y generales respondiendo a su percepción del mundo
que empieza a dejar de ser egocéntrica poco a poco. Comienzan a desarrollar el
autoconcepto y la identidad personal, además de experimentar miedos personales
a causa de la gran imaginación que tienen. Nuestra clase tiene 28 alumnos, por
lo que deberemos disponer de al menos 40 libros.
Los criterios de selección de
textos para los niños de esta edad serían los siguientes:
- Aspectos externos:
El tamaño, peso y grosor de
las páginas es el adecuado para niños de 4 años, es decir, que no les suponga
una dificultad manejarlo y que sea resistente. Por ejemplo, un libro “pop-up”
es un libro muy atractivo y sugerente para los niños de esta edad, pero no es
adecuado para una biblioteca de aula porque los dibujos que salen del libro se
rompen muy fácilmente.
- Ilustraciones:
Deben de despertar algo en el
niño, estimular su imaginación y creatividad, no deben ser típicos y
estereotipados.
- Tipografía:
Es muy importante la adecuación de
la letra. Las letras deben ser claras y reconocibles a los ojos del niño, ya
sea la trabajada en clase o la que ven en su entorno (preferiblemente esta).
- Tema:
Los temas de los libros tienen que ser
sugerentes para el niño desde el punto de vista, por ejemplo en los libros de
autor el niño tiene que sentirse identificado con alguno de los personajes del
cuento. Normalmente a estas edades los cuentos que más les gustan son los
folclóricos porque hablan de fantasía, héroes y aventuras que es lo que más les
llama la atención a estas edades.
- Estructura:
La estructura debe ser clara para la
buena comprensión del argumento. Existen varias como la circular, la
acumulativa, la coral o la simple con su narración nudo y desenlace. Para estas
edades, la estructura más común es la simple y la acumulativa.
- Los personajes del libro:
En el caso de un
cuento folclórico, los personajes no deben ser modelos a seguir por los niños
de 4 años, sino que deben ser fantásticos, audaces,... arquetipos. Sin embargo
en los de autor sí que pueden verse reflejados porque se tiene en cuenta el
momento evolutivo del lector.
- Valores y contravalores:
Son las actitudes que
nos inspira el libro, tanto lo bueno como lo malo, es aquello que completa a
los personajes y hace que podamos sentirnos más afín a ellos.
- El lenguaje y el uso de la lengua que hace el autor:
Al buscar libros de Literatura Infantil tenemos que guiarnos por dos
cosas en este sentido: que el libro esté escrito para exponer al niño a una
experiencia estética y de disfrute (no porque esté obligado a aprender algo que
salga en el libro) y que el lenguaje esté bien adaptado (vocabulario adecuado y
claridad en las estructuras en la estilística personal del autor).
Como maestra de 4 años de este
aula, he hecho una lista de libros imprescindibles que me gustaría tener en la
biblioteca:
- Adivina cuanto te quiero (ANITA JERAM y SAM MC BRATNEY)
- Rosa caramelo (ADELA TURÍN y NELLA BOSNIA)
- Elmer (DAVID MCKEE)
- Un libro (HERVÉ TULLET)
- El león que no sabía escribir (MARTÍN BALTSCHEIT)
- Cuéntame el día que nací (JAMIE LEE CURTIS)
- En busca del beso (BEASCOA)
- Un bicho extraño (MON DAPOTA)
- El monstruo de colores (ANNA LLENAS)
- ¿A qué sabe la luna? (MIECHAEL GREJNIEC)
- La cebra Camila (MARISA NÚNEZ y OSCAR WILLÁN)
- El punto (PETER H. REYNOLS)
- Un culete independiente (JOSÉ LUIS CORTÉS)
- Grúffalo (JULIA DONALSON)
- La ovejita que vino a cenar (STEVE SMALLMAN)
- Besos, besos (SELMA MANDINE)
- No quiero ir a dormir (JULIE SYKES)
- Un pequeño conejo blanco (XOSÉ ANTONIO BALLESTEROS REY)
- Ahora qué va a pasar (NURIA DÍAZ REGUERA)
- La vaca que puso un huevo (ANDY CUTBILL)
- Todos sois mis favoritos (SAM MC BRATNEY)
- Por cuatro esquinitas de nada (LEROME RUILLIER)
- Pequeño azul y pequeño amarillo (LEO LIONNI)
- El cazo de Lorenzo (ISABELLE CARRIER)Tú y yo osito (MARTIN WADDELL)
Gran parte de los libros que se
encuentren en la biblioteca se habrán ido recopilando poco a poco por las
maestras del centro. No obstante, proponemos varias estrategias que llevaríamos
a cabo para que no sea una biblioteca sólo “del profesor”, sino una biblioteca
“de todos”:
Que cada niño traiga su libro favorito a clase
para dejarlo en la biblioteca, pero esto no se haría para crear la biblioteca,
si no para completarla, es decir que se les devuelve su libro al final del
curso. Antes de pedir los libros tendríamos una reunión con los padres para
marcar ciertos requisitos que deberían cumplir los libros para que sean de
calidad literaria.
Contar con la biblioteca escolar para sacar los
libros necesarios para leer en el aula yendo solo el profesor o llevando allí a
los niños para que escojan ellos mismo. En caso de que no la hubiera, podrían
ir a la biblioteca pública cada 2 semanas, en la que cada niño tendría un
carnet y podrían retirar un libro por niño. Esta segunda opción sólo se llevará
a cabo cuando se vea que los niños saben cuidar el material y saben estar en
silencio.
Por si no fuera suficiente, otra opción es pedir
dinero a los padres para tener presupuesto para comprar 4 o 5 libros que falten
en la biblioteca. La cantidad sería entre 1-2€ y los libros los podríamos
comprar alguna de las maestras o por grupos de 4 o 5 padres. También lo
decidiríamos en la reunión.
En la reunión de padres les explicaremos que los
libros que nos traigan deben cumplir estos requisitos:
- Que sean textos que inviten a preguntas y a la reflexión.
- Buscar personajes, sentimientos o acciones con las que los niños se puedan identificar.
- Pensar en los gustos e intereses de los niños.
- Que tengan imágenes que representen la lectura.
La hora del cuento
Una vez tenemos la biblioteca
bien organizada y gestionada, hay que pensar actividades y momentos que
propicien un acercamiento afectivo hacia la literatura infantil. Por esta
razón, se plantean una serie de objetivos a conseguir con la biblioteca de
aula:
- Familiarizar a los niños con los libros.
- Considerar la lectura como una actividad placentera.
- Desarrollar la creatividad y la imaginación.
- Disfrutar leyendo, escuchando, narrando o representando una historia.
La actividad principal de la
biblioteca, será la conocida la “La hora del cuento” en la cual se cuenta,
narra o lee un cuento para la clase. Normalmente lo hará el profesor, aunque a
medida que pase el curso también podrán contar cuentos los propios alumnos,
como especifico más abajo. La hora del cuento, en principio, se hará tres veces
por semana después del recreo, y a lo largo del curso se aumentará a cinco
veces a la semana durando una hora al día.
Para esta actividad, los niños y
el maestro se colocarán en el rincón de lectura. Los niños decidirán por
votación qué libro quieren escuchar de una serie de libros que ha propuesto de
antemano la profesora. En ocasiones especiales, como por ejemplo Navidad, Halloween,
Semana Santa o Carnaval, la profesora puede contar historias relacionadas
aunque no estén en la biblioteca de aula.
Los viernes, antes de que entrar
en el castillo de lectura, los niños formarán una fila y cogerán su carné de
lector del cofre del tesoro. Este carné estará plastificado y en él constará el
nombre del niño con su foto, clase, curso y por detrás habrá unas líneas donde
el niño podrá escribir el libro que se lleva a casa para leer el fin de semana
y el lunes se borrará porque estará escrito en rotulador borrable.
Una vez lo hayan cogido de dentro
del cofre, los niños harán fila para pasar a castillo a elegir su libro. Para
que no haya peleas, entrarán de seis en seis y así podrán moverse y escribir en
el carnet el libro que han escogido sin problemas. Cuando salgan del castillo
para guardar el libro en la mochila, enseñarán el carnet a la maestra y lo
devolverán a su sitio en el cofre.
Aparte del carnet, para que los
niños sepan qué libro han leído, el maestro por otro lado tendrá una hoja de
registro de lectura, donde apuntará el libro que se lleva el niño y después lo
transcribirá a un diario de lectura del profesor. Este diario de lectura tendrá
una hoja donde estén escritos todos los libros que hay en el aula más los que
han traído los niños para la biblioteca este curso. Estos libros se pondrán en
color rojo y el nombre de su dueño al lado para saber de quién es y saber quién
se lo tiene que llevar una vez finalice el curso.
En los ratos de tiempo libre
entre actividades, los niños podrán ir a la biblioteca de aula siempre que lo
deseen ya que en esos momentos estará abierta sin necesidad de que los niños
cojan el carnet. Pueden entrar perfectamente a coger el libro que quieran y
comenzar a leer o contarse cuentos los unos a los otros.
Para evitar problemas y asegurar
la conservación de los libros para los compañeros que vengan en un futuro, hay
una serie de consignas que los niños deben aprender para estar en la
biblioteca. Estas son:
- Los libros son nuestros amigos (¡un tesoro!) y por lo tanto hay que quererlos y cuidarlos.
- Coger sólo un libro cada vez y guardarlo cuando he acabado.
- Hay que tener cuidado al pasar las hojas.
- En el libro no se pinta.
Estrategias de animación
durante la hora del cuento:
La hora del cuento es la
principal actividad dedicada a la animación a la lectura, ya que es el único
momento en el que podemos realizar actividades para incitar a nuestros alumnos,
no a leer un libro concreto y saber cuáles son los detalles de su argumento,
sino a lanzarse al mundo de la imaginación haciendo que la historia que ha
escuchado, sea suya, le pertenezca y le transmita sensaciones y emociones.
Para sacar todos estos
sentimientos del niño, el esquema de la hora del cuento general será:
- Entrada a la biblioteca: se sientan y se acomodan.
- Votación y elección del libro del día.
- Narración con imágenes, lectura o cuentacuentos.
- Diálogo para hablar sobre lo escuchado: para recoger sensaciones y reflexiones de los niños.
- Estrategia de animación a la lectura.
- Recogida de la biblioteca: es el momento de recoger todo lo que se ha utilizado y asegurarse de que la biblioteca queda ordenada.
El orden puede ser alterado
alguna vez ya sea por una ocasión especial o porque lo necesite una estrategia
determinada. Con las estrategias de animación se pretende dar vía libre a la
creatividad infantil y que sea inicialmente el nexo que haga ver a los niños
que los libros pueden ser divertidos, y el gusto que da leerlos.
Existen diversas formas de animar
a los niños a la lectura, yo he destacado unas cuantas que me gustaría usar
mucho en el aula:
- Dibujar los personajes: tras una narración, los niños se imaginan a los personajes y los dibujan. Explican qué ha hecho que tengan esa idea de ellos.
- Gesticular sobre lo narrado: el maestro va contando una historia y los niños han de gesticular según sean las emociones que ésta les transmite.
- Representar la acción de algún personaje: uno o varios niños del grupo, de pie, van realizando todo aquello que el personaje elegido hace durante la narración del maestro.
- La corona: el alumno o alumna que sea ayudante el día, se pondrá la corona de rey/reina del castillo y podrá contar a su clase el cuento que más le haya gustado esa semana, o el que se haya llevado a casa, y los compañeros le escucharán atentamente.
- Te equivocas!: La maestra leerá por segunda vez (o tercera o cuarta, dependiendo de lo que les guste a los niños el libro) un cuento con múltiples equivocaciones. Los niños tendrán que descubrirlas.
- Fiesta de los personajes: al final del curso se realiza una fiesta de disfraces en la que cada uno se disfraza de su personaje favorito.
Bibliografía y webgrafía:
Apuntes de Literatura Infantil en CSEU La Salle de Irune Labajo (Curso 2015/16)
Proyecto
Biblio de 3.4.5 Junta de Andalucía
http://doritatambienlee.blogspot.com.es/2011/05/biblioteca-de-aula.html
http://peopleteachingpeople.blogspot.com.es/2011/05/biblioteca-de-aula-modificada.html
http://osleounmonton.blogspot.com.es/2013/06/actividad-bloque-5-elaboracion-de-un.html