ACTIVIDAD 4
Creación de texto en prosa, en verso y teatral
Como buenos maestros que seremos
en un futuro, debemos considerar que nuestra biblioteca de aula es un recurso
muy útil y que por tanto debemos cuidarla y acrecentarla poco a poco con
creaciones nuestras y de nuestros niños.
Si tenemos interés, ¡no valen
excusas! Crear textos es tan fácil y divertido que podríamos inventar uno cada
semana, el truco está en la variedad de estrategias y de saber invertir bien el
tiempo, los recursos y el dinero que disponemos.
En esta actividad teníamos que
hacer varias creaciones: prosa, verso y teatral.
Creación en prosa:
Para crear este cuento, he
utilizado la estrategia de historias en
primera persona. Consiste en contar un cuento como si el narrador fuese un
objeto de la vida cotidiana. He elegido como protagonista para el cuento, nada
más y nada menos que ¡un cuento!
Es una historia muy sencilla
pensada para niños de 4-5 años. Tiene sólo tres personajes: el Cuento Mágico,
Orejitas, y mamá conejo. Está estructurado con frases cortas y pensado para que
haya una frase o dos por página, con muchas ilustraciones. Podríamos hacer las ilustraciones nosotros mismos, pero para este cuento he pensado hacer
una actividad con los alumnos en la que ellos sean los que hagan las ilustraciones del cuento. Cada semana dibujaremos entre todos una página y, de esta
manera, todos los niños participan en la creación del libro y así es “más suyo”.
EL CUENTO MÁGICO
“Todas las noches, antes de
dormir, mamá conejo le cuenta un cuento al pequeño Orejitas.
Siempre me eligen a mí, porque
soy el único de toda la estantería que consigue que Orejitas se quede dormido.
Por eso mamá me llama el cuento
mágico, porque dice que Orejitas es tan inquieto que, si se duerme, debe ser
por un truco de magia.
¡Y a Orejitas le gusto mucho! En
cuanto mamá llega a la habitación para leer el cuento, ya me tiene preparado.
Pero anoche pasó algo extraño…
Yo estaba esperando que Orejitas
me cogiera, pero esperaba y esperaba, y Orejitas no venía a por mí.
No sabía qué estaba pasando. Todo
estaba muy oscuro y no sabía dónde estaba.
Escuché que mamá entraba a la
habitación, y le preguntaba a Orejitas por mí:
–No le encuentro, mamá, no sé
dónde está el Cuento Mágico – oí que decía Orejitas llorando.
¡Claro! ¡Ya sé lo que ha pasado!
Anoche, mientras mamá me leía, Orejitas no fue el único que se quedó dormido.
Tan mágico soy que ¡hasta mamá y yo nos dormimos!
Al quedarnos dormidos, me debí
caer de la cama, y por eso esta mañana no me he despertado en la estantería.
Por eso está todo tan oscuro, ¡estoy debajo de la cama!
Mamá se puso a buscarme con
Orejitas por toda la estantería, pero seguían sin encontrarme… Yo intentaba
avisarles de que estaba debajo de la cama, pero mi magia no es tan poderosa.
Mamá intentó convencer a Orejitas
de que cogiese otro libro, porque no me encontraban, pero Orejitas sabía que
sólo se quedaría dormido con su Cuento Mágico.
Entonces mamá se acordó de lo que
había pasado la noche anterior, y miró debajo de la cama. Cuando levantó la
colcha para buscar, me empezó a entrar muchísima luz, ¡y me alegré mucho porque
sabía que me habían encontrado!
Orejitas también se alegró mucho,
y saltó corriendo a la cama para que mamá me empezase a leer cuanto antes.
Orejitas estaba tan cansado de buscarme,
que esa noche no me costó nada que se quedase dormido. Mamá me llevó enseguida
a la estantería y me dijo:
-¡Vaya susto nos has dado! ¡No te
vuelvas a esconder! Buenas noches, Cuento Mágico”.
Alejandra San Segundo
García
El resultado del cuento ha sido
el siguiente:
Para hacerlo, he elegido
materiales muy sencillos y baratos:
- Cartulinas grandes de color verde.
- Folios de colores.
- Letras de Goma Eva para la portada.
- Rotuladores de colores.
- Tijeras de zig-zag para dar forma a los folios.
- Pegamento.
- Limpiapipas para unir las páginas.
Creación en verso:
Para la creación del texto en verso, he escogido las estrategias de los pareados y la repetición, que consiste en utilizar un verso, en este caso un pareado, como estribillo del poema. He creado un poema sobre las cuatro estaciones, pensado para niños de 5-6 años.
Es un poema sencillo compuesto de ocho pareados (dos sobre cada estación) más el estribillo. La estructura es: estribillo + 4 pareados + estribillo + 4 pareados + estribillo. Al ser los pareados cíclicos, ya que siempre es un pareado sobre cada estación, el poema da juego a ser continuado por los alumnos, haciendo que cada uno invente un pareado más para el poema.
LAS CUATRO ESTACIONES
"Cuatro estaciones tiene el año;
otoño, invierno, primavera y verano.
En otoño las hojas marrones,
caen todas al suelo en montones.
El invierno es lluvioso y frío,
no puedes salir sin abrigo.
En primavera salen las flores,
y el campo se llena de mil colores.
El verano es muy caluroso,
no lo aguanto si no me mojo.
Cuatro estaciones tiene el año;
otoño, invierno, primavera y verano.
En otoño siempre sopla el viento,
no sueltes el paraguas en ningún momento.
Si nieva en inverno podemos jugar
a lanzarnos bolas sin descansar.
La primavera es la estación más bella,
siempre la espero hasta que llega.
Y por fin viene el verano,
estoy deseando tomar helado.
Cuatro estaciones tiene el año,
otoño, invierno, primavera y verano".
Alejandra San Segundo García
Creación teatral
Ana, su hermana María y la flor.
Las marionetas son muy sencillas y baratas de hacer. Los materiales que he empleado han sido los siguientes:
- Goma Eva de colores para los vestidos.
- Bolas de poliestireno para la cabeza.
- Palos de madera para sujetar la marioneta.
- Papel de seda color carne para cubrir las cabezas.
- Rotuladores de colores para pintar la cara.
- Cuerda para el pelo.
- Limpiapipas verde para el tallo.
- Papel crespón rojo para la flor.
Mirando y pensando en los personajes, se me empezó a ocurrir la historia. Es muy sencilla y corta ya que está pensada, como he comentado antes, para niños de 2-3 años.
LA PRIMERA FLOR DE PRIMAVERA
Narrador: Era el primer día de primavera, y las dos hermanas, Ana y María, habían salido a dar una vuelta por el campo.
Ana: ¡Qué buen día hace! El sol no para de brillar.
María: Y el césped y los árboles ya están muy verdes.
Ana: ¿Crees que ya habrá salido alguna flor?
María: Es el primer día de primavera, aún no les habrá dado tiempo a crecer.
Ana: Jo, pues a mí me encantaría ver una flor.
María: ¿Y qué harías si encontramos una flor?
Ana: ¡La cogería para regalársela a mamá!
María: ¡Pero no puedes hacer eso! Entonces ya no seguirían creciendo más.
Ana: ¡Es verdad! Entonces...
María: ¡¡Ana!! ¡Mira! ¡Una flor!
Ana: No la había visto, ¡casi la piso! Perdona, florecita.
Flor: No pasa nada, por suerte tu hermana me ha visto a tiempo.
María: ¡¿Quién ha dicho eso?!
Ana: ¡¿Hablas?!
Flor: Claro que sí, ¡igual que vosotras!
María: ¡Vaya! Qué bonita eres.
Ana: ¡Qué bien, así podrás ser nuestra amiga!
Flor: ¡Y vosotras podréis cuidarme y hacerme compañía! Ahora, como acaba de empezar la primavera, aún no han salido el resto de flores y estoy muy sola.
María: Pues ya no estás sola. ¿Cuánto tiempo llevas aquí?
Flor: Acabo de salir, con los primeros rayos del sol de primavera.
Ana: ¿Y nadie viene a cuidarte?
Flor: No... Es más, cuando viene gente lo que hacen es arrancarme. Dicen que soy tan bonita...
María: Sí que lo eres, pero eso no es motivo para arrancarte, si te arrancamos dejas de crecer, y no queremos que eso pase, ¿verdad Ana?
Ana: Es verdad... Yo antes quería arrancarte para regalarte a mi madre, pero María me ha convencido de que no lo haga.
Flor: Menos mal, sufro mucho cuando me arrancan...
María: Pues no te preocupes, que nosotras te vamos a cuidar.
Ana: Sí, pero ya se ha hecho muy tarde... Tenemos que volver a casa.
María: Pero te prometemos que mañana volveremos para cuidarte y hacerte compañía.
Flor: ¡Muchas gracias, amigas!
Ana y María: ¡Hasta mañana, Flor!
Flor: ¡Adiós!
Narrador: Y así lo hicieron. Todos los días las dos hermanas volvían a visitar a su nueva amiga y la regaban con mucho cariño. Pronto empezaron a crecer muchas más flores a su alrededor, y ya dejó de necesitar la compañía de Ana y de María. Ellas la siguieron visitando de vez en cuando, se había convertido en una flor grande y preciosa. Pero murió al terminar la primavera.
Alejandra San Segundo García
Perfecto.
ResponderEliminar